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Y que no he sido capaz de volver al bar dónde por primera vez se cruzaron nuestras miradas.

Que cuando paso por tu calle se me encoge el corazón y mil gatos arañan mis entrañas.

Que me duele tu ausencia, tu recuerdo, tus labios tatuados en mi piel.

Me duelen las noches añorando tu cuerpo.

Que pierdo peso y las fuerzas tratando de ser fuerte, pero hay 200 gramos que jamás recuperaré, los 200 gramos que dicen que pesa el alma, la que quedó destrozada cuando nos dijimos aquel último adiós.

Y no hay sonrisa más triste que la mía desde que no sonrío mirando tu cara.

Los inviernos son más fríos y las noches son más largas, y nuestros momentos juntos cuelgan de mis ojos convirtiéndose en ojeras que nadie me besa ya.

Y si volviera a nacer volvería a vivirte, aun sabiendo que me vas a matar, porque nadie me hizo sentir jamás tan viva como cuando tu y yo éramos dos desconocidos deseando conocerse."

Ahora...

Poema 9

Nuestras miradas chocan como dos trenes de alta velocidad que se encuentran contra dirección.

Sonríes y mil voltios hormiguean en mi bajo vientre. Se lo que me espera.

Tu lado galán me cede el paso posando una mano en mi cintura.

Contoneo las caderas a sabiendas de que tus ojos irán a parar a mi trasero.

Sonrío para mis adentros, orgullosa de ese poder de provocación que ejerzo sobre ti.

Accionamos el "play" del juego de seducción. Ya no hay vuelta atrás.

Cuidado cariño, nos podemos quemar.

Inconscientes, ansiosos, como dos adolescentes nos arrancamos la ropa y la vergüenza.

Hoy vamos a bailarnos, bebernos, vaciarnos, saciarnos, lamernos, saborearnos, aprendernos...

Mañana ya veremos quién destruye a quién.

Poema 8

Te vas y la ciudad se apaga. Le borran las estrellas al cielo .

En esta casa vacía se escucha el crujir de la ausencia.

Este colchón ahora desnudo, que fue testigo de nuestros besos, sudores y carcajadas extraña nuestros cuerpos sin ropa durmiendo encima suyo.

Poema 7

Quiero que vuelvas a redibujar cada centímetro de mi piel con la yema de tus dedos. Volver a sentir como se estremece mi cuerpo al entrar en contacto con tus manos.

Que me beses con fiereza, desgastándonos los labios, mordiéndonos, saboreándonos el uno al otro, volver a acariciarnos boca con boca, terminando en un beso dulce, inocente. Que nos besemos de nuevo como el mar besa a las rocas, en ocasiones con bravura, otras bien manso..

Poema 6

Me meto bajo la ducha. El agua recorre mi cuerpo arrastrando con ella los besos que dejaste anoche en mi piel.

Miro mi pecho, ahora no es tu saliva la que lo humedece. Recuerdo tus labios endureciendo mis pezones.

La esponja y el jabón borran tu olor, nuestro olor, a sexo, a saliva, a sudor.

Joder, no quiero cambiar de perfume.

Poema 5

Se que hoy harás arder otro colchón y declararás la guerra al somier de cualquier habitación de hotel.

Pero hoy no seré yo quien cabalgue sobre ti.

No serán mis labios ni mi lengua los que humedezcan tu erección.